Desde hace más de un año tuve la idea de hacer un resumen semanal de las noticias más importantes con impacto económico e interés empresarial en el país: GuateNews. (Nunca he sido una persona de marketing; como buen ingeniero, me inclino más por lo práctico y lo que no requiera muchas explicaciones). El Hámster lleva más publicaciones, pero porque nació unos meses antes. Digamos que son mellizos, pero uno fue prematuro.
GuateNews cumple para mí dos objetivos. Ahora que estoy enfocado en mis emprendimientos, en la periferia del mundo corporativo pero con incidencia en tomadores de decisión, estar enterado de lo que pasa y sucede en el país no es suficiente. Aprendí que uno debe siempre conectar puntos, ver tendencias y anticipar movimientos. Y eso solo lo logras cuando tienes una estructura para leer el mercado y las fuerzas que lo agitan. El segundo motivo: generar valor a mi red de contactos.
Inicié con F&F (Friends & Family) y ahí voy. He superado mis expectativas con el primer objetivo, y el segundo siempre ha sido una gran interrogante. Quizá ese ha sido el motivo: tener esa duda, el que no le haya puesto más fuerza ni lo haya llevado a más escala. (Aunque también reconozco: zapatero a tus zapatos, no soy periodista y bueno… enfoque, enfoque, enfoque).
Hace unos días, un buen amigo, que vive fuera del país desde hace años, gentilmente me agradeció que le enviara el GuateNews, pero que no lograba leerlo y que, pues… ya no lo hiciera. Me hizo todo el sentido del mundo, y agradecí la sinceridad: me demostró que, sin confundir la amistad, si algo no es útil no tiene sentido aceptarlo por “pena”; es más, con mayor motivo, hay que hacerlo ver.
Este gesto aumentó en mí una duda que ya traía desde hace tiempo. ¿Y si son más los que están en la misma situación? Y yo venga a sumarles distracciones en su WhatsApp (por ahí es que lo distribuyo), pensando que es algo relevante y valioso, que les facilita estar en “la jugada” de lo que ha pasado en el país… y en cambio es uno de muchos mensajes que dejamos en visto al remitente.
Cuesta reconocerlo, pero las redes sociales nos han reforzado que las interacciones son la justa medida de la relevancia del contenido que podemos crear: comentarios, seguidores, likes, views… Si eso no ocurre, lo que creas y compartes no es bueno, no genera valor, ya no lo hagas o haz algo distinto.
En parte sí, pero en parte no. Ahora te cuento.
Herencia de Toto, mi papá, soy de recibir la prensa a diario y en físico. La leo, a veces solo hojeo los titulares, siempre con la taza de café, y otras veces me detengo más en la sección de deportes. Escucho todos los días tres podcasts de noticias —alguna vez te los he mencionado—: Bloomberg Daybreak (noticias globales), Informe Godoy (noticias locales) y La Estrategia del Día (también de Bloomberg, noticias de negocios en Latam). Es un hábito muy arraigado, pero que disfruto mucho.
También sé —y lo tengo súper claro— que ese soy yo. Así como Toto me lo enseñó desde pequeño y, al día de hoy, es un “buen informado”, como diría Juan Diego en su Informe, a mucha gente no le gusta, no le apetece y no le interesa estar enterada de las noticias.
Esto pasa en todo. Así como muchos están muy enterados de la farándula o los deportes, los hay también en temas de tecnología, arte, literatura, gastronomía, viajes y moda. Todo es cuestión de gustos y aficiones, y no somos quién para juzgar (opinar sí) si hay temas más importantes que otros.
Quizá hay un sentido de “responsabilidad” en lo que puede estar relacionado con tu profesión: si eres médico, es importante que estés actualizado en tratamientos, medicinas o avances en el entendimiento de enfermedades. Lo mismo para los abogados o los contables, en temas fiscales.
Al final, creo que más allá de los gustos, es un tema de enfoque y desempeño: si quieres ser bueno en algo, quizá con lo que estudiaste en la U o aprendiste en la vida sea suficiente. Pero si quieres ser el mejor, será necesario ser el que sabe más, entiende mejor, se aplica y entrena. Ser obsoleto es algo que adquieres sin ningún esfuerzo y de forma inmediata.
Retomando: de la duda pasé a la acción. Algo que te suena muy obvio, no lo fue para mí por varios meses.
Pues les voy a preguntar a mis contactos: ¿te es útil el GuateNews? ¿Deseas seguirlo recibiendo?
Así como les pregunté la primera vez si querían que los agregara a la lista de distribución, ahora, naturalmente, era muy válido preguntarles si les parecía útil y deseaban seguirlo recibiendo.
Como dirían, el NO (que sería “ya no me lo mandes”) ya lo tengo ganado.
Satisfactoriamente, solo un par me agradeció el envío y prefirió darse de baja. Varios me confirmaron el valor; más de alguno sintió temor ante una eventual suspensión del servicio y me pidió que no lo quitara de la lista… se sintió tan bien recibir esa muestra de aprecio.
Ah, y un par no me contestaron, jajaja… también pasa, pero es obvia la respuesta con su indiferencia.
La conclusión es más que obvia, pero su valor está en cómo llegué a ella: ante la duda, pregunta; si no te decides entre varias opciones, elige una. Fallaste, tienes otra.
A veces, no hacer nada ya es una opción, pero la vuelves una decisión si es lo que eliges y te haces responsable de las consecuencias de no hacer nada.
"If you choose not to decide, you still have made a choice" _ Freewill de RUSH